Laia Puig i Espar es una estudiante de grado de Periodismo y Humanidades en la Universitat Pompeu Fabra en Barcelona, que realizó su estancia de Erasmus+ en la Higher School of Economics en Moscú en otoño del 2017.
“Como estudiante de Periodismo y Humanidades, durante mi estancia en Moscú cursé asignaturas relacionadas con la historia política de Rusia y las relaciones internacionales. Fue especialmente interesante experimentar como se aborda la historia del propio país, y como los estudiantes se aproximan a hechos tan relevantes para la historia mundial como la Revolución de Octubre, la constitución de la URSS, el estalinismo, la Guerra Fría y la caída del sistema soviético. Además, participé en un seminario sobre Identidad y Memoria Histórica, organizado por el Departamento de Políticas Públicas en una de las ciudades del Anillo de Oro, Rostov Veliki, que me permitió reflexionar sobre la forma de recordar públicamente hechos tan controvertidos como los que conforman la historia reciente de Rusia. Finalmente, también cursé una asignatura sobre museología, de forma que pude adentrarme aún más en los procesos de concepción de espacios museísticos y de memoria.
Creo que toda experiencia de movilidad ayuda claramente a los estudiantes. Es una forma de conocer nuevas perspectivas, de relacionarse con gente de todo el mundo y de reflexionar sobre las propias costumbres o tradiciones. Concretamente, pasar estos meses en Rusia me permitió descubrir un país del que había leído y estudiado mucho, pero del que siempre había tenido la sensación que no podía acabar de comprender. Después de mi estancia, sigo sin comprenderlo del todo, pero sin duda me ha dado nuevas claves para interpretarlo. A nivel personal, puedo decir que hice amigos con los que espero mantenga durante mucho tiempo el contacto. A nivel profesional, pude publicar dos reportajes en la revista digital Hemisfèria.cat y cuatro piezas audiovisuales en el programa Blog Europa de TV3 (Televisió de Catalunya). La estancia, por lo tanto, fue fructífera en todos los sentidos posibles.
Se me hace difícil escoger un solo recuerdo, porque hay demasiadas aventuras especiales del Erasmus que tengo guardadas en la memoria. Por ejemplo, sin duda una de las mejores partes fue el día a día en la residencia de estudiantes, que al principio me pareció un lugar tremendamente frío y desangelado, pero acabé encontrándole todo el encanto y calidez de una casa. Aunque parecía sacada de los años soviéticos, y aunque teníamos el estricto control de las “Babushkas”, como llamaban afectuosamente a las mujeres que supervisaban las habitaciones y corredores, al final la complicidad entre los estudiantes nos hizo disfrutar enormemente de cada hora que pasábamos allí, especialmente cuando las temperaturas del exterior nos quitaban las ganas ir a cualquier parte. A parte de eso, hicimos algunos viajes (aunque me hubiera gustado poder conocer muchas otras partes de Rusia, por supuesto). Fuimos a San Petersburgo, a Kazan (Tatarstán), a Rostov Veliki, a Vladímir, a Sergiev Posad, y, finalmente, a Murmansk, en el Polo Norte Ruso, en la Península de Kola. Muchos de estos viajes los hicimos en tren, y puedo asegurar que fue una de las experiencias más divertidas de mi vida. Los pasillos llenos de literas, el té compartido con viajeros con los que mi pobre ruso no me permitía comunicarme, o los inmensos paisajes gélidos durante horas a través de la ventana… son partes de mi experiencia rusa que hecho extremadamente de menos.”
Laia comparte los reportajes que realizó durante su estancia (en catalán):
SúperPutin, l’única opció per a Rússia: https://hemisferia.cat/super-putin-unica-opcio-russia/.
El record de la Revolució Russa: entre l’ambigüitat i l’absència: https://hemisferia.cat/100-anys-revolucio-russa/.